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¿Es Mastodon un digno rival de Twitter?

21 noviembre 2022, By Paula Muñoz Scharfenberg, Account Executive en Canela

A juzgar por el revuelo mediático de los últimos días, no sería descabellado afirmar que la compra de Twitter por parte de Elon Musk ha desencadenado importantes contratiempos para la red social del pajarito azul. Algunas decisiones del magnate, como las de despedir a la mayoría del equipo directivo y aproximadamente a la mitad de sus empleados, o sus planes inconclusos sobre la libertad de expresión y la gestión de las fake news, han hecho recular a muchos anunciantes, fuente principal de ingresos de la compañía.

A todo ello se une una de las primeras novedades implantadas por Musk tras su llegada al timón de la compañía: la idea de que Twitter pasase a un modelo de suscripción mediante la compra de las marcas azules de verificación.

Esta nueva funcionalidad garantizaba la prioridad en las respuestas, menciones y búsquedas a cualquier usuario que la adquiriera, perjudicando a los que decidieran no hacerlo. En Estados Unidos, esta medida dió lugar a un aluvión de estafas y cuentas falsas, que comprando la marca de verificación se hicieron pasar por personajes públicos. Este fue el caso de Donald Trump, Tony Blair o el mismísimo Jesucristo. Todo ello provocó que, tan sólo dos días después de su implementación, la posibilidad de comprar el tick azul desapareciese.

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Mastodon, la red social “de todos”

Si bien es cierto que el anuncio de la compra de Twitter por parte de Musk disparó la creación de nuevas cuentas en esta red social, tras “el fail” de la verificación de pago no hay datos oficiales sobre si esto ha cambiado. Demostrando la ausencia de una estrategia clara, el caos y la desconfianza comenzaron a rodear el futuro de la plataforma, llevando a un sector considerable de la opinión pública a debatir largo y tendido sobre alternativas a las que migrar. Se ha hablado de las ya establecidas Discord o Tumblr, pero quizás la que más ha resonado debido a su similitud con la web del pajarito ha sido Mastodon, y así lo ha demostrado el incremento sustancial de usuarios en las últimas semanas. 

En Mastodon,  también se pueden enviar mensajes cortos de hasta 500 caracteres, “retuitear” contenidos y dar “me gusta”, pero quizás lo más atractivo son precisamente sus diferencias: es una  web descentralizada, es decir, no hay dueño ni señor, sino varios servidores independientes repartidos por el globo, con normas de comunidad y administradores propios. Sobre el papel, Mastodon es la plataforma que más se acerca a poder convertirse en el némesis de Twitter: lo mismo, pero de otra forma. Ahora bien, ¿tendrá la fuerza suficiente para movilizar a tantos millones de usuarios?

Decía Jordi Pérez Colomé, periodista especializado en tecnología, para su artículo en El País, que la migración a otras redes no es un recurso tan sencillo como podría parecer porque “lograr seguidores y escoger bien a quién seguir conlleva años de tuits y rutina”. Advierte que para los usuarios habituales de la plataforma  “ésta es una fuente esencial de información, entretenimiento o debate” y que “no hay otro Twitter igual que Twitter a mano”.

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Mastodon está demostrando, por otro lado, no contar con la capacidad necesaria para acoger una migración masiva. Según confirmaban ellos mismos por Twitter, desde la llegada de Musk sus usuarios “se triplicaron”. Esto ha dado paso a que sus servidores, acostumbrados a un ambiente más tranquilo, sufran sobrecargas. El hecho, además, de que se trate de una red “construida sobre estándares de web abierta” y sin ánimo de lucro, plantea, por otro lado,  serias dudas sobre si tendrá el potencial monetario necesario para crecer o retener a “los nuevos”. En un artículo para El Diario.es, el periodista Carlos del Castillo explica que el hecho de que Mastodon no tenga una corporación detrás implica “que no se concibe al usuario como producto”, pero también significa que “no hay una legión de trabajadores cuya misión es facilitarle la vida e impedir por todos los medios que se vaya”.

Con todo, lo cierto es que hasta el mismo Musk afirma que Twitter va camino de la bancarrota. Con un negocio que se va a pique, quizás la búsqueda de alternativas pase de ser una opción para aquellos que están cansados del monopolio de las grandes tecnológicas y las decisiones de sus dueños a un requisito para cualquier usuario que no quiera renunciar a los debates en forma de número de caracteres limitados, retweets y me gusta. Si esto llegase a suceder, Mastodon tendría que fortalecerse muchísimo. Y lo cierto es que sin líder ni estrategia es mucho más complicado.

Marcas y agencias de comunicación estaremos atentas a cómo se desarrolla el “culebrón Twitter” y sus alternativas en el mercado para seguir contactando con los usuarios finales a través de redes sociales de la manera más efectiva posible. 

¿Qué opinas tú del futuro de Twitter y Mastodon? ¡Cuéntanos en las redes sociales!

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Por Paula Muñoz Scharfenberg, Account Executive en Canela

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