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¿Substituirá el e-learning a la formación presencial?

20 mayo 2020, Berlitz

Según una encuesta realizada por la escuela de idiomas Berlitz, el 80% de sus alumnos cree que la eficacia de los cursos online está entre el 75 y el 100% respecto a los presenciales

Desde que se decretó el estado de alarma hace dos meses, son muchos los alumnos que han pasado de estudiar de manera presencial a hacerlo online. Según la UNESCO, actualmente el cierre de escuelas por el coronavirus afecta a casi mil doscientos millones de niños y niñas en todo el mundo, casi el 70% de los alumnos matriculados para este curso escolar. Muchos de ellos han pasado a estudiar de manera online, como también lo han hecho estudiantes universitarios, de FP o de cualquier otro tipo de escuelas, como las de idiomas.

Hace años que las escuelas de idiomas Berlitz no ofrecen únicamente cursos de manera presencial, sino que sus profesores también dan clase por teléfono y online. Sin embargo, todos los alumnos que aún preferían el método presencial ahora han tenido que adaptarse al e-learning debido a la crisis sanitaria del coronavirus.

Berlitz ha preguntado a sus alumnos y, de una muestra de casi 400 estudiantes, el 80% cree que el porcentaje de eficacia de las clases online está entre el 75 y el 100% en comparación con las clases presenciales. Esto demuestra, en palabras de Ginés Méndez, gerente de Berlitz, que “una inmensa mayoría se ha adaptado a la nueva modalidad de formación. Además – prosigue Ginés – el hecho de que en Berlitz ya ofreciéramos cursos online, también ha hecho que para nosotros fuera fácil la adaptación”.

Aunque los alumnos se hayan adaptado con tanta facilidad al e-learning, al preguntarles si querrían continuar con este modelo de formación tras la crisis, las respuestas fueron mucho más diversas. Un 36% de los encuestados respondió que sí o que muy probablemente sí que querría continuar estudiando de forma online, un 30% respondió que no o que era poco probable y hasta un 33% se mostró indeciso.

Ginés Méndez apunta que la variedad de las respuestas podría deberse a que “hasta la fecha en España hemos sido un poco reacios a dar el paso hacia el aprendizaje online. Es cierto que el crecimiento de la enseñanza online en nuestro país ha sido constante y progresivo, ahora bien, también es una realidad que en los países del centro y norte de Europa la tendencia ha sido mucho más rápida que en el nuestro. Aquí han jugado factores no sólo puramente tecnológicos, sino también sociales y culturales”, apunta Méndez.

Algo característico de la encuesta de Berlitz es que los alumnos que forman parte de programas de enseñanza a empresas se sienten más cómodos con la adaptación del curso a la modalidad online que los alumnos inscritos a título individual. El 94% de los estudiantes de cursos para empresas dice sentirse entre totalmente y bastante cómodos con la adaptación del curso a la modalidad online. En cambio, en el caso de estudiantes inscritos a título individual, el porcentaje ha sido del 85%. “Probablemente”, apunta el gerente de Berlitz, “esto sea así porque están más habituados a esta forma de comunicación”.

 

¿E-learning o formación presencial?

En la actualidad es habitual preguntarse si el e-learning acabará por sustituir por completo al aprendizaje presencial. Sin embargo, Ginés Méndez apunta que no hay una respuesta universal para ello: “Ambos tipos de enseñanza tienen ventajas e inconvenientes y al final un sistema u otro se impondrá y complementará en función de la ponderación que supongan cada una de ellas en cada caso”.

“La enseñanza presencial tiene un elemento diferenciador imbatible que es el contacto humano, con todo lo que esto conlleva. La formación online, por contra, alberga otras ventajas como la versatilidad, el ahorro de costes de desplazamiento y la eliminación de las distancias”, explica Méndez. “Yo no veo en el futuro que un tipo de enseñanza se imponga sobre la otra, sino una adaptación según las circunstancias”, concluye.

En cuanto a los retos que se le plantean al e-learning, estos están bastante claros: “Lo principal es la universalización y accesibilidad”, explica Ginés Méndez. “No todo el mundo tiene los equipos suficientes que garanticen su acceso, además de que aún quedan zonas donde la conectividad es limitada. Por otro lado, es una evidencia que, en edades avanzadas, la enseñanza online sigue siendo un reto”.