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¿Y si los profesionales de las relaciones públicas se declarasen en huelga?

En Portugal, uno de los dos mercados en los que Canela está presente, los datos de la DGERT muestran que el 2022 fue un año caracterizado por las huelgas en diferentes sectores, especialmente en el de transporte y almacenamiento (33%). Y todo apunta a que el 2023 no será diferente. 

Lo cierto es que nos alarmamos en cuanto escuchamos la palabra HUELGA porque sabemos que de alguna manera afectará a nuestra rutina:

  • ¿Huelga de funcionarios? Hagamos un listado mental de las personas con las que podemos dejar a los niños. 
  • ¿Huelga de transportes? Hacemos cálculos en nuestra cabeza para adelantar el despertador y rezamos para poder llegar al trabajo (en caso de que no podamos trabajar a distancia). 
  • ¿Huelga aérea? «¡Por favor, que no afecte a mi vuelo que ya tengo la reserva!».

Todos sabemos que las huelgas pueden ser molestas, pero demuestran claramente la importancia de los trabajadores de determinados sectores en nuestra vida cotidiana y nos recuerdan las razones por las que debemos preocuparnos por ellos. Así que imaginemos un mundo completamente ficticio en el que los profesionales de las relaciones públicas y la comunicación hicieran huelga. Intrigados por esta cuestión, decidimos dejar volar nuestra imaginación.

1. Los periodistas

Al principio, los periodistas pueden notar una bandeja de entrada con menos emails y un teléfono menos activo, e, incluso, durante unos días, pueden apreciar ese silencio. Sin embargo, esta simbiosis entre el trabajo del periodismo y el de las relaciones públicas crea un enorme valor añadido para ambas profesiones. 

Si, durante un tiempo, los profesionales de las relaciones públicas no hicieran su trabajo, las marcas sentirían la necesidad de pasar a la acción y contactar ellas mismas con los periodistas. El filtrado de la información que hacen los consultores de comunicación dejaría de existir. ¿Te lo imaginas? De una bandeja de entrada de correo electrónico más tranquila, pasarían a tener una acumulación incontrolada de notas de prensa, contenidos informativos y newsletters. 

Algunas marcas viven a menudo en su burbuja y no comprenden que no toda la información es pertinente, que no toda la información debe llegar a los medios de comunicación y que no toda la información debe publicarse de golpe. Hoy en día, un pitch personalizado, una exclusiva o una entrevista especial tienen más poder e impacto que los resultados medidos de forma cuantitativa. Y es ahí, en ese intercambio de información, donde tanto clientes como periodistas pedirán que termine la huelga. 

Por otro lado, los periodistas, aunque a veces no lo sepan, tienen en los consultores de comunicación a sus mejores aliados. Los consultores investigan el trabajo de los medios de comunicación y lo valoran, pidiendo proactivamente a sus clientes información relevante y oportunidades, como entrevistas o artículos de opinión. Es justo decir que gran parte, si no la mayoría, del contenido de los medios depende de la colaboración de las agencias y los departamentos de comunicación.

2. Las marcas

En primer lugar, recurrir a profesionales de las relaciones públicas, tanto in house como outsourcing, surge de una necesidad concreta de crear una estrategia que establezca un vínculo entre la marca, y lo que tiene que decir, con los medios de comunicación y, por tanto, con su público objetivo. Hoy en día, además, ya existe un enorme abanico de posibilidades en las que las marcas pueden llegar a su público y, una vez más, es fundamental que sean profesionales experimentados en la materia los que alineen esta estrategia: qué, cómo, dónde y cuándo debemos comunicar. 

Ya no tiene sentido comunicar sólo los productos o servicios que ofrecen las marcas. Es necesario dar a conocer los valores de las empresas, quién está detrás de todo el éxito y, fundamentalmente, ofrecer información útil para la vida de las personas. 

Ante una huelga de los profesionales de las relaciones públicas, llegar al público objetivo sería una montaña rusa de ensayo y error que perjudicaría la imagen de la marca. La inactividad de los profesionales de la comunicación dejaría a las marcas y organizaciones sin un elemento fundamental: la difusión no publicitaria de sus mensajes, así como de su valor añadido para la sociedad.

3. La audiencia 

La mayoría de la gente no sabe que gran parte de los expertos que ven en televisión o leen en los artículos de los periódicos -ya sea el director general de una empresa o un alto funcionario del Gobierno- son el resultado del trabajo entre bastidores de varios profesionales de las relaciones públicas. A pesar de todo el entrenamiento mediático para transmitir la información de la forma más eficaz posible, posicionar a las personas como líderes de opinión no siempre es tarea fácil. Cuando se consigue, lo que aportan a la sociedad y al conocimiento público es muy relevante. 

Diferentes personas tienen distintos enfoques sobre un mismo tema. Escuchar diferentes perspectivas nos hace estar más informados y utilizar nuestro libre albedrío para crear una opinión personal. Si los profesionales de las relaciones públicas no hicieran su trabajo, estarían reduciendo la cantidad de información que se transmite y limitando el conocimiento de la población. 

Seamos honestos y valorémonos: los profesionales de la comunicación somos actores importantes en el flujo de información relevante para la sociedad. Si hiciéramos huelga, toda la sociedad sufriría las consecuencias. ¿Estás de acuerdo?

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