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Los 5 errores más comunes al comunicarse en otros idiomas en el extranjero

10 agosto 2022, Berlitz
  • Los profesores de Berlitz recomiendan repasar los ‘false friends’ antes de viajar y evitar confiar ciegamente en herramientas de traducción online

 

 

El lenguaje es uno de los mayores retos para los turistas internacionales. Enfrentarse a un nuevo idioma es también convivir con culturas, costumbres y tradiciones diferentes, que pueden enriquecer la experiencia de viaje, pero también causar confusiones si el turista no está bien informado. “Los idiomas conectan a las personas, pero, si no se es consciente de la realidad cultural del país, pueden surgir conflictos de manera involuntaria”, asegura Ginés Méndez, director general de la escuela de idiomas Berlitz.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en el mundo se hablan alrededor de 7.000 idiomas. Resulta imposible conocer todas las lenguas y culturas del mundo. Por este motivo, los profesores de Berlitz, escuela de idiomas presente en más de 70 países, proponen 5 aspectos a tener en cuenta antes de viajar, no solo para evitar malentendidos durante una estancia en el extranjero, sino también para que cada viaje se convierta en una inmersión cultural.

  1. Palabras iguales con significados diferentes: los false friends

Los false friends son aquellas palabras que, por escritura o pronunciación, se parecen, pero que en realidad tienen un significado totalmente distinto. “Estas similitudes pueden causar confusión y provocar una situación embarazosa. Por ello, es buena idea estudiar, antes de viajar, aquellos ‘false friends’ que podrían aparecer durante la estancia en el extranjero”, aseguran los profesores de Berlitz. Por ejemplo, ‘constipated’ y ‘library’ se traducen del inglés como ‘estreñido’ y ‘biblioteca’, y no como ’constipado’ y ‘librería’, tal y como se podría deducir.

  1. La tecnología: aliada y enemiga

De la mano del desarrollo tecnológico aparecieron los traductores simultáneos en línea, como Google Translate y Deepl, capaces de traducir textos en cuestión de milisegundos. “Interpretar palabras escritas en otros idiomas nunca había sido tan fácil”, aseguran los profesores de Berlitz. “Además, algunas de estas herramientas también permiten traducir texto directamente desde una imagen y ahora existen aplicaciones móviles que incluso traducen de manera instantánea la voz”, añaden. Sin embargo, los docentes de la escuela dedicada a la formación global y cultural de idiomas advierten que, en ocasiones, los traductores pueden pasar de ser el aliado perfecto a un enemigo inapreciable, ya que no tienen en cuenta el contexto donde se está dando la interacción social para adaptar el lenguaje.

  1. Lenguaje con background

Las lenguas han evolucionado a lo largo de la historia, pero algunas continúan arrastrando connotaciones que pueden poner en peligro la interacción entre locales y turistas.  Por ejemplo, en países asiáticos existe cierto miedo al número 4 debido a su parecido con la palabra ‘muerte’. Este temor, conocido como ‘tetrafobia’, provoca que países como China, Japón y Vietnam a menudo eviten este número, omitiéndolo o usando la letra ‘F’ de la palabra inglesa ‘four’ para sustituirlo. Asimismo, en otros países, el momento exacto en el que realizamos una acción comunicativa puede ser clave. Por ejemplo, en Alemania jamás debe pronunciarse el ‘Alles Gute zum Geburtstag’ (‘feliz cumpleaños’) antes de las doce de la noche, ya que se considera que trae mala suerte.

  1. Gestos inocentes que pueden generar conflictos

De la misma manera, los gestos también pueden expresar mensajes equívocos. Es el caso de expresiones corporales como el pulgar hacia arriba, que se puede interpretar como un insulto en países como Grecia y Australia, mientras que en España significa aprobación. Otros gestos, como hacer la ‘V’ de victoria, cruzar los dedos o mascar chicle, también pueden resultar ofensivos dependiendo del país. Con una búsqueda rápida en internet antes de viajar, estas situaciones incómodas se pueden prevenir.

  1. La norma ‘no escrita’ de las propinas

No estar al día de las convenciones sociales también puede desencadenar actos poco respetuosos. Revisar la política de propinas del país que se visita puede ayudar al turista a evitar problemas en cafeterías y restaurantes. En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, gran parte del salario de los trabajadores hosteleros depende de las propinas y, pese a que no es una obligación reglamentada, dar siempre propina es una norma no escrita. En países como Holanda o Dinamarca, se incluye una tasa de servicio en la factura. En cambio, en otras culturas, como la asiática, dejar propina puede considerarse una ofensa.

“Aprender un idioma no consiste únicamente en interiorizar normas gramaticales y vocabulario. Es una oportunidad para conocer una nueva cultura y así tener una mente más abierta y acorde con un mundo globalizado en el que cada vez tenemos un mayor contacto entre culturas”, explica Ginés Méndez. La escuela de idiomas Berlitz pone un gran foco en el componente cultural del aprendizaje de idiomas y, entre otros, cuenta con programas de formación intercultural donde se enseña cómo comunicarse pese a posibles diferencias y similitudes entre personas de diferente origen.