Insights

El universo Zuckerberg afronta su verano más caliente

10 julio 2020, By Canela

El creador de Facebook no debe estar pasando su mejor verano este año. Y no nos referimos a las altas temperaturas que se están registrando en este tórrido mes de julio post-confinamiento, sino al boicot internacional que las grandes marcas están protagonizando contra las redes de Mark. La principal damnificada está siendo Facebook, centro de la diana de la campaña #StopHateforProfit que urge a los usuarios a firmar una petición para que Facebook deje de percibir beneficios por campañas de apoyo al odio y la desinformación. Pero no solo ella.

 

Foto: Diego Ventura / Business Insider México

 

“Enough is enough”, dice la web de la campaña. Lo que viene a ser un “ya está bien” con manotazo en la mesa que no solo están dando grandes marcas contra Facebook, sino que se ha extendido -por alusiones- a su hermana pequeña Instagram y a otras como Twitter, LinkedIn o TikTok (que está afrontando ahora su particular infierno… un melón que abriremos en otro post), e incluso está llegando a afectar a los influencers, ojito.

Pero en esta campaña “políticamente correcta” hay muchos matices, y ya son muchas las voces que advierten de dos cosas:

(1) Que las marcas están aprovechando el momentum para parar todas sus campañas publicitarias al abrigo de esta buena causa mientras ahorran un interesante montante de gasto en marketing que les vendrá muy bien para afrontar estos extraños tiempos inter-pandémicos.

(2) Que por mucho que los grandes nombres como Coca-Cola, Starbucks o Adidas retiren su publicidad de Facebook esto no le va a suponer a Zuckerberg más que un leve dolor de cabeza afrontable con cualquier paracetamol. Porque, no nos equivoquemos, Facebook vive de los millones de medianos y pequeños anunciantes de la red social, y no de unos cuantos grandes nombres. Y estos millones de pequeños y medianos anunciantes son ahora más visibles. No hay mal que por bien no venga.

Analizar desde el prisma de la comunicación todos estos fenómenos es complejo. Nunca me han gustado los boicots -llamémosles chantajes- que muchas marcas esgrimen contra los medios tradicionales, digitales o ahora sociales para modelar su discurso mediante la asignación de sus campañas publicitarias en función de cómo se habla de ellos. No sé hasta qué punto es lícito si lo miramos desde la ética. Porque desde el negocio, lo es.

El caso es que mientras avanza este extraño verano se están produciendo tantos cambios en el ecosistema digital que no me veo capaz de tomar una postura firme frente a ellos. Quizá sea más interesante adoptar una actitud mindfull e ir asimilando, asumiendo y adaptándonos a los nuevos tiempos. Que no es poco.

Ah, y por si no quedaba claro, #StopHateforProfit