Insights

¿Por qué un huerto y una empresa tienen más en común de lo que parece? Parte 2

30 junio 2022, By Por Deborah Gray, directora y fundadora de Canela

Este #CanelaInsights es la segunda parte de un texto donde Deborah Gray, directora y fundadora de Canela, comparte las valiosas lecciones que la naturaleza puede enseñar a todo líder. En la primera parte, ya aprendimos sobre el espacio que tanto las plantas como los empleados necesitan y la necesidad de que los miembros del equipo (¡y del huerto!) se complementen entre sí.
Lee aquí la primera parte. 

Planifica tu actividad para cada temporada

Si todo va como debería, el verano es la época perfecta para tener un huerto. En esta época del año, a menudo voy al huerto por la mañana, antes de trabajar, y después vuelvo al final del día. También es cierto que, como trabajadora en remoto, a veces aparezco entre las plantas entre llamadas de Zoom. En verano, recogemos tomates, cebollas, judías y calabacines a diario, lo que es fantástico porque no sólo nos alimentamos a nosotros mismos, sino que también tenemos excedentes que podemos congelar, enlatar o regalar a amigos, familiares o al banco de alimentos local.
El invierno no es tan frenético. En esta época del año, el ritmo es diferente, pero también tiene su razón de ser: la tierra necesita descansar y las plantas perennes (las que florecen durante más de dos años) también necesitan reposar, reagruparse y acumular energía para volver a crecer en la siguiente temporada. El invierno también es un buen momento, y muy esperado, para y por los jardineros, ya que hay menos trabajo físico de jardinería. Este hecho permite realizar otro tipo de tareas, como analizar lo que ha funcionado bien durante el año y por qué, hacer planes de cultivo para el siguiente, ordenar el semillero y arreglar las vallas, el sistema de riego y la pila de abono, entre muchas otras actividades.

Las empresas también tienen sus momentos frenéticos y sus épocas más tranquilas, por lo que es esencial planificar en consecuencia. En el sector de la comunicación y las relaciones públicas, el periodo que va desde la vuelta al cole hasta las Navidades es notoriamente frenético debido a la calma del verano seguida de un repunte en el que todo el mundo quiere gastar sus presupuestos antes de que acabe el año financiero. Esto se complica todavía más cuando llegan oportunidades mediáticas como Halloween, el Black Friday y, por supuesto, las campañas de Navidad. En esta época del año, nadie tiene un hueco extra en su día a día y, para sacar el máximo partido al equipo, es fundamental no dar a nadie tareas o proyectos innecesarios que podrían esperar a una época del año menos ajetreada. En cambio, el segundo trimestre, que va de abril hasta junio, es un periodo tranquilo para nosotros. Sabemos que es el momento en que nuestros ingresos por honorarios son más bajos y lo planificamos con antelación. Por este motivo, también sabemos que este es un buen momento para la formación, la reflexión y los intercambios de empleados entre oficinas y con partners situados en otros países. 

Canela
Chilis, tomates, cebollas, berenjenas y cilantro recién recogidos.

Haz algo bonito porque puedes

Soy una aspirante a locavore, esas personas que eligen comer únicamente alimentos producidos a menos de 150 kilómetros y de manera artesanal. Es cierto que mi objetivo principal con respecto a mi jardín es conseguir cultivar alimentos que mi familia pueda comer. Sin embargo, como subproducto de esa intención, he creado un entorno de cultivo en el que pueden florecer otro tipo de plantas, así que me parece una pena no aprovecharlo también para cultivar cosas bonitas que no necesariamente se puedan comer, pero que sirvan, por ejemplo, para atraer a los polinizadores o simplemente para aportar belleza. Al fin y al cabo, los ojos también tienen que comer.

Del mismo modo, un líder puede aprovechar el equipo y estructura que ha construido para hacer algo con lo que no obtenga necesariamente un beneficio empresarial. Puedes ceder parte del espacio de tu oficina para que lo utilicen ONGs u otras organizaciones que no tengan acceso a un espacio propio. Puedes organizar para tu equipo jornadas con iniciativas de voluntariado. No aportará ningún beneficio empresarial, pero será una gran experiencia para el equipo, y tampoco se debe medir todo en base a pérdidas y beneficios.

Experimenta, fracasa y aprende

Leí en Internet sobre una antigua técnica china para regar las tomateras. Tienes que bloquear el orificio de drenaje en una maceta de cerámica y enterrarla en la tierra junto a tus tomateras, y luego llenar la maceta con agua. El agua se filtrará por ósmosis y regará la tomatera directamente por sus raíces. La temporada pasada, invertí en muchas macetas y lo intenté. Fue un fracaso épico. Todas mis tomateras exóticas, cuidadosamente cultivadas desde la semilla, ni siquiera llegaron a la fase de floración. Lo único que hizo ese método fue atraer un montón de babosas. Este año, mis tomateras crecen junto a un sistema de riego automático. He aprendido la lección. 

En los primeros días de mi negocio, durante la crisis global de 2008/2009, a pesar de ser una agencia especializada en tecnología de consumo, intentamos crear un departamento de comunicación de moda. Creamos una sala de exposición y pasamos horas y horas llamando y enviando correos electrónicos a puerta fría a diferentes marcas de moda. Los resultados fueron insignificantes en comparación con la cantidad de horas que invertimos; obtuvimos muy pocos beneficios ante un gran esfuerzo. Decidimos dejarlo estar y volver a nuestra actividad principal. Una vez que nos centramos en lo que sabíamos hacer mejor, nuestro negocio empezó a crecer de nuevo.

Canela
Deborah junto a sus judías verdes.

Una vez que hayas decidido una estrategia, cíñete a ella 

A no ser que tengas hectáreas y hectáreas de tierra donde cultivar, la mayoría de la gente, como yo, tiene que trabajar con las limitaciones de una determinada cantidad de m2 donde plantar sus verduras. Esto significa tomar algunas decisiones difíciles sobre qué cultivar y cuándo. Sólo se puede plantar una cierta cantidad en un espacio determinado y en una temporada determinada. Una vez tomadas estas decisiones, hay que tener paciencia y ceñirse al plan; de lo contrario, el huerto será un caos.

Del mismo modo, en un negocio se dispone de un conjunto finito de recursos, tanto en términos de equipo como de dinero, por lo que una vez fijados los objetivos para el año hay que atenerse a ellos. Puede que las cosas tarden en salir más de lo que una quisiera, pero hay que confiar en que las cosas van en la dirección correcta, incluso si, inevitablemente, están tardando más de lo esperado. No tiene ningún sentido desenterrar una semilla para ver si está germinando o no, ya que así sólo la matarás. Tienes que armarte de paciencia y esperar a que las hojas de la semilla empujen hasta acabar saliendo de la tierra. Lo mismo sucede con un plan de negocio. Hay que tener paciencia y seguir adelante, ya que es inevitable que, a veces, las cosas tarden más de lo previsto. Si has creado el entorno adecuado y planificado con antelación, siempre y cuando no nos encontremos con guerras y pandemias, acabarás obteniendo los resultados deseados.

Canela
Una hormiga sobre una albahaca.

Conclusión

La naturaleza es algo maravilloso. Si colocas en la tierra una semilla que ha pasado la noche en remojo y la riegas, le saldrán hojas. Y si a esa planta se le da la cantidad adecuada de agua, luz solar y fertilizante de manera ocasional, crecerá sana y acabará siendo una fuente de alimento no solo para ti, tu familia y tu comunidad, sino que también para los insectos y los pájaros. (¡A las palomas más atrevidas les encantan mis coles!). Las judías, los pepinos, los guisantes, los tomates y los melones (sí, los melones también) trepan por sus guías hasta llegar al cielo. Crean flores que las abejas y otros insectos vienen a polinizar. Los pájaros se comen las semillas y las esparcen. Puedes crear un entorno donde las plantas puedan florecer y precisamente porque las plantas florecen, también lo harán los insectos, los pájaros y tu familia, amigos y comunidad. 

El entorno de trabajo es muy similar al entorno de la naturaleza. Los líderes que proporcionan la combinación adecuada de orientación, formación, autonomía, espacio para el fracaso y habilidades complementarias dentro de un equipo estarán replicando la naturaleza y proporcionando las condiciones óptimas para que los miembros de su equipo crezcan. La creación de un entorno que dé prioridad a las personas significa que todos los miembros del equipo llegarán a lo más alto.

¡Feliz siembra!