La inteligencia artificial llega a las relaciones públicas

Hace poco hemos podido leer un interesante estudio del CIPR que señala que el uso de la inteligencia artificial (IA) en las relaciones públicas (RR. PP.) se triplicará en los próximos cinco años. Por eso hemos elegido la IA como una de las tendencias de las relaciones públicas en 2019 a las que todos los que trabajamos en el sector debemos estar atentos.

¿Significa esto que pronto empezaremos a ver robots deambulando por las oficinas de las agencias de relaciones públicas? Probablemente no: la irrupción de la inteligencia artificial en las RR. PP. será mucho menos espectacular, pero más transcendental. En lugar de robots, se producirá una implantación progresiva de sistemas informáticos inteligentes, que tendrán la capacidad de realizar tareas hasta ahora reservadas a los profesionales de la comunicación.

Lo que ya podemos hacer con la IA

Estos son solo algunos ejemplos de tareas que puede llevar a cabo un sistema de IA:

1. Transcribir grabaciones de audio y vídeo, por ejemplo entrevistas o webinars.

2. Crear listas de medios para la distribución de notas de prensa, convocatorias, etc.

3. Gestionar el envío personalizado de mensajes a los periodistas e influencers.

4. Automatizar el seguimiento de medios y la creación de informes en tiempo real.

5. Monitorizar las redes sociales y seguir las tendencias, reacciones, interacciones, etc.

6. Controlar la reputación online de las marcas y alertar de posibles crisis de imagen.

7. Responder consultas simples de los medios, como pedir imágenes o precios.

8. Analizar grandes volúmenes de datos para usarlos en historias, artículos, notas…

9. Predecir el alcance y viralidad de una noticia, mensaje o contenido de RR. PP.

Puede parecer algo futurista, pero la realidad es que la inteligencia artificial ya está presente en muchas herramientas que las agencias de relaciones públicas usamos en nuestro día a día.

Por ejemplo, la popular plataforma de programación y gestión de redes sociales Hootsuite ha desarrollado un chatbot basado en IA que permite a las marcas automatizar las conversaciones sociales con sus públicos; la plataforma de e-mail marketing MailChimp tiene un filtro de inteligencia artificial para prevenir los envíos de spam; y LinkedIn también usa esta tecnología para mejorar las búsquedas de empleo en su plataforma. ¡Incluso el humilde Word está incorporando poco a poco funciones de IA para ayudarnos en la redacción y revisión de textos!

Existen otras herramientas avanzadas basadas en la IA que van mucho más allá, como Persado. Se trata de una plataforma online que ayuda a crear contenidos (desde mensajes de e-mail marketing a publicaciones en redes sociales) que generen el máximo engagement de los usuarios. Para ello sugiere las palabras, imágenes, llamadas a la acción, etc. más eficaces.

También en España tenemos algunos casos interesantes de la aplicación de la inteligencia artificial en las relaciones públicas. Por ejemplo el portal Sprai.io utiliza la IA para optimizar el envío de notas de prensa a bases de datos de periodistas; mientras que la plataforma #SaludsinBulos ha creado un chatbot para combatir las fake news sobre asuntos sanitarios.

Entonces, ¿debemos empezar a buscar otro trabajo?

Ante estas innovaciones (y las que están por venir), sería fácil pensar que pronto las agencias de relaciones públicas podrán empezar a prescindir de una buena parte de su personal. O, directamente, las marcas podrán prescindir de las agencias de relaciones públicas y contratar un software que les ayude a crear sus mensajes, enviarlos a los medios y hacer el seguimiento.

Sin embargo, no es tan sencillo como parece. Cualquier profesional de las RR. PP. sabe que todas estas tareas (crear contenidos, seleccionar los medios y canales apropiados, realizar el seguimiento, etc.) son solo una pequeña parte del trabajo de una agencia de comunicación.

Pero ningún programa tiene la capacidad, por ejemplo, de diseñar una estrategia de comunicación integral para un cliente; establecer relaciones personales con los medios y los influencers para que sean receptivos a los mensajes de una marca; gestionar una campaña de comunicación de crisis; o elegir una ubicación original para marcar la diferencia en un evento.

Las relaciones públicas tienen un componente creativo, social, intuitivo, que ninguna máquina puede imitar. En este sentido, la inteligencia artificial es una herramienta valiosa que ayudará a las agencias a automatizar y realizar con más eficiencia las tareas rutinarias. Esto permitirá liberar un valioso tiempo que los profesionales podremos dedicar a atender mejor a los clientes, periodistas, prescriptores, influencers y otros públicos con los que tratamos a diario. Porque la inteligencia artificial es más eficiente para manejar los datos; aunque, cuando se trata gestionar las relaciones personales, ningún software puede emular el factor humano.

¿La inteligencia artificial también ha llegado a tu sector? ¡Cuéntanos en redes sociales!