¿Diferentes generaciones, diferentes aspiraciones?
Este blogpost ha sido escrito por Inês Teixeira, Account Executive en Canela y estudiante del posgrado en Comunicación y Psicología Positiva: Contribuciones al Bienestar en las Organizaciones en la Universidad Católica Portuguesa. Este contenido es parte de su trabajo final de posgrado.
Bien es sabido que el recurso más valioso de cualquier empresa son sus empleados. Un equipo motivado y con ganas de trabajar es imprescindible para el desarrollo de la actividad de cualquier empresa. Por suerte, empresas y directivos son cada vez más conscientes de ello y hoy en día las empresas son menos jerárquicas que antes y avanzan hacia la diversidad en cuanto a los empleados. Es posible tener hasta cuatro generaciones distintas en la misma organización e incluso departamento. Tanto durante las comidas en equipo como en la sala de reuniones, cada día vemos a baby boomers socializando y trabajando con personas de la Generación Z, y a menudo es de estas combinaciones desde donde surgen las mejores ideas.
Sin embargo, contar con personas tan diferentes en un mismo equipo también es una gran responsabilidad y todo un reto para las empresas. Si por un lado la Generación Z y la Y manejan la tecnología con facilidad, por su parte la Generación X tiene otras metodologías de trabajo y cuenta con más experiencia en su sector. Si bien las generaciones más mayores valoraron los títulos y el estatus y pusieron el trabajo ante todo en busca de una estabilidad económica muchas veces inalcanzable, hoy, para las generaciones más jóvenes, lo realmente importante es lograr un equilibrio entre la vida personal y la profesional, con tiempo para trabajar, pero también para un equilibrio familiar saludable, practicar deportes, viajar e incluso tener un pequeño negocio por cuenta propia.
Estas son las diferentes generaciones, con sus respectivas aspiraciones, que se pueden encontrar hoy en día en una misma empresa:
Baby boomers (1946-1964)
A pesar de que la mayoría de ellos ya están en edad de jubilación, los baby boomers, también conocidos como “los hijos de la Segunda Guerra Mundial”, valoran mucho la estabilidad laboral y los logros materiales. Los que pertenecen a esta generación prefieren ser reconocidos por su experiencia más que por su capacidad de innovación.
Generación X (1965-1979)
Con la llegada de la Generación X, se empezaron a valorar más variables como un horario flexible y la posibilidad de trabajar de forma remota, dos aspectos a la orden del día desde la llegada de la pandemia y que queda por ver cómo se gestionarán en el futuro post-covid, pero que son de suma importancia a la hora de elegir un nuevo trabajo. De hecho, en Canela estas ya eran prácticas recurrentes con resultados muy positivos. Esta generación, ya bastante globalizada, también empieza a introducir la necesidad de tener un ambiente laboral más informal, tanto con los miembros del equipo que están a su mismo nivel como con sus jefes.
Generación Y (1980-2000)
Para la Generación Y, también conocidos como millennials, más que una fuente de ingresos, el trabajo se considera una fuente de satisfacción y aprendizaje. El proceso de formación constante y la consecuente progresión profesional son muy importantes para esta generación, al igual que la retroalimentación fundamental entre compañeros y directivos. Los millennials necesitan aprobación y asesoramiento porque creen que esta es la única forma en la que pueden evolucionar y convertirse en mejores profesionales.
Generación Z (2001-2010)
La Generación Z, que ahora se está comenzando a introducir en el mercado laboral, se caracteriza por sus capacidades tecnológicas y por el hecho de priorizar la posesión de productos nuevos e innovadores. Si los millennials buscan experiencias nuevas y diferentes, esta generación vuelve a los bienes materiales. Además, los centennalias luchan mucho por encontrar un trabajo que se adapte a su personalidad y dan más importancia que nunca a aspectos como la diversidad, la inclusión y las causas sociales.
En la actualidad, el trabajador está en busca de un trabajo que le brinde felicidad y plenitud y eso solo se logra cuando existe un buen ambiente laboral y las personas se sienten parte del proceso y realizan tareas de su interés durante la mayor parte del tiempo posible. Por ejemplo, durante la pandemia provocada por la Covid-19, Canela creó un programa de bienestar a través de clases online de fitness y mindfullness, con el objetivo de liberar energía y despejar la mente en un ambiente relajado entre el equipo que no se había visto físicamente desde hacía meses. ¡No hay mejor manera para lograr el éxito que contar con un equipo unido!