6 claves para prolongar la vida útil de un smartphone y reducir nuestra huella de carbono
El 90% del impacto medioambiental de un smartphone se produce durante el proceso de fabricación y, sin embargo, todavía el 22% de los españoles cambia de móvil antes de los dos años
Los consumidores españoles cada día son más conscientes de su huella de carbono y aplican, cada vez más, prácticas sostenibles para intentar reducirla. Una de ellas es la compra de smartphones reacondicionados, un sector en auge que ha experimentando un crecimiento del 15% en el año 2021 (1) en comparación con 2020. De hecho, se espera que la industria tenga una tasa de crecimiento anual compuesto del 15,5% hasta 2025 (2). Y es que cada día estamos más familiarizados con este tipo de productos y valoramos más el impacto que la elección de nuestro dispositivo puede tener en el medioambiente.
Sin embargo, el último estudio de Swappie, la web líder en venta de iPhones reacondicionados en Europa, demostraba que aún queda un gran recorrido por hacer, ya que todavía el 22% de los españoles decide cambiar de móvil como máximo cada dos años. Solo un 14% mantiene el mismo teléfono durante cuatro años o más.
“La mayoría de los teléfonos móviles que llegan a Swappie están prácticamente nuevos y, muchas veces, basta con un diagnóstico y una limpieza exhaustivos para restaurar su rendimiento completo”, afirma Fanny Nyman, Country Manager de Swappie en España. “Muchas personas todavía no conocen que es posible duplicar o, incluso, triplicar el ciclo de vida de un smartphone y que con ello no solo ahorramos dinero, sino que contribuimos a reducir la contaminación del planeta, ya que el 90% del impacto medioambiental de un smartphone se produce durante el proceso de fabricación y solo el 1% de estos teléfonos se recicla adecuadamente”.
Por ello, los expertos de Swappie revelan las 6 claves para prolongar la vida útil de un smartphone:
1. Protege la pantalla del móvil
El cristal que se utiliza en los móviles es muy frágil ya que es lo que permite que el dispositivo pese poco y sea fino. Por lo tanto, es inevitable que durante su vida útil sufra daños y se acabe rompiendo. Cambiar una pantalla rota es mucho más caro que protegerla de antemano. La clave está en utilizar un protector de pantalla de cristal templado que resista los impactos, su tacto es idéntico al de la pantalla sin protector. Cuando este se rompe, se puede cambiar fácilmente y, por lo general, el móvil no resulta dañado.
2. Protege el cuerpo del teléfono
Además de la pantalla, también es muy recomendable proteger el cuerpo del teléfono, ya que tanto su estructura como las piezas que forman parte de ella, son imprescindibles para un buen funcionamiento: la antena de telefonía móvil, la salida del audio, la cámara del móvil, etc. Para ello hay fundas de móviles de todos los colores y materiales, como plástico rígido o flexible, metal, madera o piel que protegen y se adaptan perfectamente a cada dispositivo.
La mejor protección la ofrecen las fundas que cuentan con una parte independiente para la pantalla, las llamadas “fundas tipo libro”. Aunque hacen que el móvil sea un poco más grande y grueso, son las mejores en cuanto a protección. Estas protegen el smartphone por la parte delantera y trasera además de los laterales.
3. Maximiza la vida útil de la batería
Actualmente, los smartphones usan principalmente baterías de iones de litio, que se cargan más rápido, duran más y tienen una mayor densidad energética, de modo que la vida útil es más larga. Nunca se debe cargar la batería del smartphone por completo ni dejar que la batería se descargue totalmente, ya que esto puede reducir su vida útil. La forma correcta de cargar el smartphone es hacerlo poco a poco, siempre que tengas oportunidad y aunque sea durante unos pocos minutos. El nivel de carga debería mantenerse constantemente entre un 45% y un 75%.
Tampoco se debería cargar con otro cargador, ya que es probable que los cargadores que están diseñados para diferentes dispositivos suministren una cantidad de potencia distinta para cada uno de ellos, aunque parezcan iguales. Además, se debe evitar utilizar cargadores rápidos baratos ya que suministran la cantidad errónea de potencia al teléfono, lo cual también podría dañar la batería.
4. Cuida la seguridad de tu información
En los móviles se guarda una gran cantidad de información sobre los usuarios. Sin duda, la forma más eficaz de contrarrestar las amenazas relacionadas con la privacidad móvil es simplemente no perder el teléfono. Hoy en día, gracias a la posibilidad de hacer copias de seguridad, los datos quedan guardados en la nube y se puede acceder a ellos cuando se desee.
Un código de bloqueo es algo importante a tener en cuenta en un smartphone; es una forma eficaz de evitar que personas ajenas puedan acceder al dispositivo. Hoy en día la mayoría de smartphones se pueden desbloquear con la huella digital o reconocimiento facial, lo cual es muy seguro.
Asimismo, se debe procurar descargar aplicaciones de tiendas seguras, dado que los administradores, generalmente, son muy cuidadosos con el tipo de aplicaciones que aceptan y quién las ofrece a sus clientes. El teléfono y las aplicaciones que contiene deben actualizarse continuamente y estar siempre al día ya que corrigen errores y brechas de seguridad.
5. Utiliza el móvil correctamente en climas fríos
En invierno, debido al clima frío, la batería del teléfono se consume más rápido, ya que las reacciones químicas que producen electricidad se ralentizan y parte de la energía se expande al calentar la batería en lugar de transformarla en electricidad. Una buena idea es cargar el teléfono antes de salir, pero nunca se debe cargar el móvil cuando está a una temperatura baja.
Además, el aire frío se condensa rápidamente convirtiéndose en humedad, lo que puede dañar el dispositivo, al igual que los cambios de temperatura extremos. Por ello, al llegar a un lugar interior, no debe ponerse cerca de ningún objeto caliente, se debe dejar que el móvil se aclimate progresivamente.
6. Ten cuidado con el agua
Hoy en día hay smartphones resistentes al agua, pero, sin embargo, si se cae el móvil al mar se debe actuar rápidamente sacándolo del agua y apagándolo enseguida. No se debe encender, utilizar o cargar. Si el móvil ha caído en agua salada o en un líquido dulce, se debe enjuagar con agua del grifo o alcohol. La sal y el azúcar aceleran la corrosión una vez que entran en contacto con el teléfono y, con el paso del tiempo, avanzan por el interior y lo harán inservible. Si el móvil tiene humedad visible se debe secar con un paño y agitarlo o darle golpecitos para que el agua salga de los puertos de carga y audio. Las partes extraíbles, como la tarjeta SIM o de memoria deberían quitarse, así como la batería y la parte trasera (si existe la opción).
A continuación, se debe colocar en una bolsa hermética llena de arroz para que absorba la humedad del teléfono y mantenerlo así durante al menos 48 horas antes de intentar encenderlo. Nunca se debe utilizar un secador de pelo u otra fuente de calor para secar el móvil ya que podría dañar los componentes internos del teléfono.
(1) Dato extraído del estudio «Global Refurbished Smartphone Tracker» de Counterpoint Research
(2) Dato extraído del estudio «Used and Refurbished Smartphones Market – Growth, Trends, COVID-19 Impact and Forecasts (2022-2027)» de Mordor Intelligence